Un equipo internacional de científicos, entre ellos del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) y la Universidad de Granada (UGR), ha descubierto un «corazón caliente» de magma a menos de diez quilómetros de profundidad de la boca del volcán del Teide , en Tenerife. El descubrimiento podría ser una señal predecesora de un proceso eruptivo que podría acontecer «geológicamente pronto», en el futuro próximo, si bien los científicos no pueden detallar en qué momento. El trabajo de cooperación científica ha revelado los secretos del interior de la isla canaria a través de un nuevo estudio de tomografía sísmica, una técnica que deja reconstruir una imagen de la estructura interna de la Tierra desde las ondas que se extienden a lo largo de pequeños terremotos y movimientos sísmicos. La tomografía patentiza meridianamente que, en la corteza bajo la caldera de Las Cañadas, es posible la presencia de pequeños reservorios magmáticos a profundidades inferiores a los cinco quilómetros. Estos reservorios dejan que el magma se enfríe, mudando su composición química cara la fonolita, un género de magma potencialmente explosivo. Nueva Relacionada estandar No Encuentran pruebas de que por lo menos un volcán de Venus está activo Patricia Biosca Imágenes tomadas por la misión Magallanes, que mapeó la superficie de nuestro vecino en los años noventa, han revelado cambios que encajarían con actividad volcánica en curso Los reservorios magmáticos pueden ser la fuente de erupciones muy explosivas como la que ocurrió en el volcán de Montaña Blanca (Lanzarote) hace en torno a dos mil años y que fue de tipo sub-Pliniano. En ellas, hay un columna eruptiva que puede lograr los veinte km de altura y oleadas piroclásticas. «Hemos logrado hacer una imagen de dónde podría emplazarse el magma bajo la isla de Tenerife, que es lógico que esté, pues es una isla volcánica. Lo que es novedoso es que hayamos podido verlo con esta resolución», explica Jesús Ibáñez Godoy, catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Granada. Imagen de un modelo esquemático del interior de la Isla de Tenerife derivado de este trabajo U.Granada Ese ‘corazón de magma’ mide decenas y decenas de quilómetros cúbicos, «mas no quiere decir que todo eso vaya a salir a la superficie. En la erupción de La Palma estimamos por lo menos unos cuarenta km cúbicos y el material emitido fue de cero con dos km», apunta el estudioso En dos o veinticinco años Los científicos no advierten de una erupción inminente. «A escala geológica, que es diferente a la humana, va a suceder pronto, mas no sabemos en qué momento. Puede ser en un par de años o en veinticinco, lo que está claro es que pasará», asevera Ibáñez. «En La Palma hubo una erupción en mil novecientos setenta y dos y la próxima fue en dos mil veintiuno, aguardaron prácticamente cincuenta años. En Tenerife, la última ocurrió en mil novecientos nueve», agrega. Conforme explica, el beneficio de este estudio es que ayudará a la comunidad científica a hacer un mejor seguimiento de la próxima erupción, para poder informar a la población y a las autoridades con datos más precisos, por poner un ejemplo reconociendo movimientos sísmicos debidos al desplazamiento del magma anteriormente identificado. Los resultados han sido últimamente publicados en el ‘Journal of Geophysical Research’, una de las gacetas científicas internacionales más relevantes en el campo de la geofísica que edita la Sociedad Geofísica Americana (AGU). Forman una herramienta esencial para interpretar el aumento de la sismicidad en Tenerife y la emisión de dióxido de carbono por el cráter del Teide, que el INVOLCAN ha detectado desde finales de dos mil dieciseis. Esta actividad podría estar relacionada con el lento ascenso de un diapiro, una ‘burbuja’ de magma, a profundidades superiores a diez quilómetros bajo el Teide. MÁS INFORMACIÓN nueva No Logran, por vez primera, atrapar en una máquina a la ‘partícula fantasma’ nueva No El genoma de Beethoven termina con el mito sobre su muerte mas no desvela el origen de su sordera ¿Debe la población alarmarse por esto? «En lo más mínimo. Todo lo opuesto. Esto nos sirve para comprender mejor de qué forma marcha el interior de la Tierra. Una persona que vive en Canarias no puede ignorar que vive en un volcán, y los resultados científicos sirven para progresar la seguridad de la población», asegura el estudioso, al paso que recuerda que «se puede vivir en los volcanes. Son zonas enormemente productivas y la población ha de saber que, cuando ocurre una erupción, lo mejor que ha hecho la humanidad es resituarse».
Advierten de un 'corazón caliente' de magma bajo el volcán del Teide, a menos de diez km de profundidad
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