Los incidentes al término del derbi de la Primera Andaluza entre el Puerto Real y el Racing Portuense, a cuya finalización múltiples futbolistas visitantes resultaron agredidos , prosiguen produciendo polémica y no solo por las lamentables imágenes que se vieron sobre el césped del Virgen del Carmen. Asimismo por el hecho de que el árbitro y uno de los jueces de línea, hermanos los dos, radiquen en la urbe del equipo que el pasado domingo ejercitó como local. Francisco José López Bello, árbitro primordial, y su hermano Daniel, uno de sus linieres en el derbi del domingo, radican en Puerto Real, conforme se puede revisar en los perfiles sociales de los dos. Una situación cuanto menos atípica pues no es frecuente que un juez dirija al equipo de su urbe. Fuentes del Racing Portuense han mostrado su extrañeza a este periódico al ser consultadas por esa ‘relación’ de vecindad. Como ha informado ABC, a lo largo del encuentro llamó la atención que al lado del banquillo se encontrasen múltiples jugadores del club local que no podían disputar el duelo al encontrarse sancionados, una situación que el árbitro no impidió. Nueva Relacionada Futbol estandar Si Cuentas pendientes, venganzas y falta de encargado federativo: el peligroso coctel de la violencia en el futbol Jorge Abizanda Las agresiones en el derbi gaditano entre Puerto Real y Racing Portuense, prolongación de los incidentes que se registraron en el encuentro de ida Conforme la normativa federativa, cualquiera que no esté anotada en el acta, que no haya presentado su licencia para un partido, no puede estar en la zona de los banquillos y debe situarse en la grada, como cualquier otro espectador. En el Racing Portuense no comprenden que el árbitro va a dejar a Adrián P., que estaba acompañado por otros compañeros, situarse al lado del banquillo de su equipo. Un futbolista que en esa jornada cumplía un partido de sanción y que, conforme se aprecia en múltiples imágenes, tuvo una esencial participación en los incidentes del domingo. Expulsión del club Esos incidentes provocaron que el Puerto Real expulsase prácticamente de forma fulminante a un miembro de su plantilla que dió una brutal patada en el pecho al visitante José Zambrano y otras 3 cuando ya había caído al suelo. Zambrano, no obstante, no fue el único jugador del Racing Portuense que fue golpeado. A Borja le reventaron un ojo y la nariz, conforme explicó a este periódico un testigo de los incidentes del domingo. El histórico club gaditano alabó en público la reacción del Puerto Real al expulsar del club prácticamente de forma fulminante a uno de los jugadores que participó en las agresiones.