Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un gigante ‘parpadeante’ cerca del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, a más de veinticinco años luz de distancia. Se trata de una estrella llamada VVV-WIT-ocho que, repentinamente, prácticamente desapareció del cielo a lo largo de múltiples meses al reducir su brillo en un factor de treinta. Aunque muchas estrellas cambian de brillo pues pulsan o bien son eclipsadas por otra estrella en un sistema binario, es extraordinariamente extraño que lo hagan a lo largo de tanto tiempo.
Los estudiosos piensan que VVV-WIT-ocho puede pertenecer a una nueva clase de sistema estelar binario ‘gigante parpadeante’, donde una estrella gigante -cien veces más grande que el Sol- es eclipsada una vez cada pocas décadas por un compañero orbital todavía no visto. El compañero, que puede ser otra estrella o bien un planeta, está rodeado por un disco opaco, que cubre a la estrella gigante, haciendo que desaparezca y resurja en el cielo. El estudio se publica en ‘Monthly Notices of the Royal Astronomical Society’.
«Es sorprendente que terminemos de observar un objeto obscuro, grande y alargado que pasa entre nosotros y la estrella distante y solo podamos elucubrar cuál es su origen», apunta Sergey Koposov, de la Universidad de Edimburgo y coautor del trabajo.
Puesto que la estrella está situada en una zona espesa de la Vía Láctea, los estudiosos consideraron si algún objeto obscuro ignoto podría sencillamente haberse alejado en frente de la estrella gigante por casualidad. No obstante, las simulaciones mostraron que debería haber una cantidad impresionantemente grande de cuerpos oscuros flotando en torno a la galaxia a fin de que este escenario sea probable.
Otro sistema estelar de esta clase se conoce desde hace bastante tiempo. La estrella gigante Epsilon Aurigae es eclipsada en una parte por un enorme disco de polvo cada veintisiete años, mas solo se mitiga en más o menos un cincuenta por ciento . Un segundo ejemplo, TYC dos mil quinientos cinco-seiscientos setenta y dos-1, se halló hace unos años y tiene el récord actual del sistema estelar binario eclipsante con el periodo orbital más largo, sesenta y nueve años, un récord para el que VVV-WIT-ocho es en nuestros días un contrincante.
VVV-WIT-ocho fue encontrado por el telescopio VISTA, operado en Chile por el Observatorio Europeo Austral (ESO), que ha estado observando exactamente las mismas mil millones de estrellas a lo largo de prácticamente una década para buscar ejemplos con brillo variable en la parte infrarroja del fantasma.
«Ocasionalmente hallamos estrellas variables que no encajan en ninguna categoría establecida. No sé de qué forma llegaron a ser estos gigantes parpadeantes. Es apasionante ver semejantes descubrimientos tras tantos años planeando y compendiando datos», apunta Philip Lucas, de la Universidad de Hertfordshire.
Doce de sistemas
Aunque VVV-WIT-ocho se descubrió usando datos de VVV, el oscurecimiento de la estrella asimismo fue observado por el Experimento óptico de lentes gravitacionales (OGLE), una campaña de observación de larga duración dirigida por la Universidad de Varsovia. OGLE hace observaciones más usuales, mas más cerca de la parte perceptible del fantasma. Estas usuales observaciones fueron clave para modelar VVV-WIT-ocho, y mostraron que la estrella gigante se atenuó en exactamente la misma cantidad tanto en la luz perceptible como en la infrarroja.
Ahora semeja haber en torno a doce de posibles sistemas estelares conocidos de esta clase, que poseen estrellas gigantes y grandes discos opacos. «Ciertamente hay más por localizar, mas el reto ahora es descubrir cuáles son los compañeros ocultos y de qué manera llegaron a estar rodeados de discos, pese a orbitar tan lejos de la estrella gigante», afirma Smith. «Al hacerlo, podríamos aprender algo nuevo sobre de qué manera evolucionan esta clase de sistemas».