Un buen packaging llama la atención de la clientela y aumenta el valor del producto, por lo que la gente estará dispuesta a pagar más por él
Las cajas de cartón rellenas con virutas de madera y otro tipo de embalajes sostenibles son una de las opciones preferidas de las marcas
Es sabido que el marketing y la publicidad son elementos clave en el éxito de una empresa. Cómo captar la atención de los consumidores y consumidoras para hacer nuestro producto atractivo es algo que ha preocupado desde hace mucho tiempo a todo tipo de profesionales. Y si bien los anuncios, el merchadising y las redes sociales son elementos que debemos tener en cuenta, no debemos pasar por alto el packaging, ya que cumple un papel fundamental en la elección de una u otra marca.
La primera impresión es muy importante, sobre todo si nuestro producto se encuentra situado entre muchos otros que conforman su competencia. Para que una marca prospere, debe lograr llamar la atención de la clientela en pocos segundos. Debe parecer útil, seria, de confianza y a la vez bonita para quien la contempla detenidamente o de un vistazo. En este sentido, unos simples detalles pueden hacer mejorar considerablemente la imagen de un producto: si lo colocamos en una caja con un diseño atractivo, como las que se ofrecen en embaleo.es, el producto ganará puntos al instante.
Hoy en día una de las opciones más utilizadas son las cajas de cartón con virutas de madera en el interior tanto para decorar como para proteger la mercancía de golpes. El punto positivo de las virutas de madera es que son completamente naturales, no dañan el medioambiente y además son reutilizables. Otra opción rentable es invertir en un buen diseño de la caja, botella, etc; ya que llamará la atención y dará una imagen de calidad.
Además de parecer atractivo, un buen packaging también resulta útil al consumidor, ya que hace que este lo pueda identificar más rápidamente. Si el zumo que vendemos en el supermercado tiene una botella redonda, llamará la atención respecto al resto de botellas rectangulares, por poner un ejemplo.
Más allá del diseño, repensar el packaging puede ser una oportunidad de adaptarse a los tiempos y hacerlo más sostenible. Reducir plásticos y crear un embalaje con materiales reciclados o compostables es una de las opciones favoritas de las empresas hoy en día.
Otras de las ventajas principales de cuidar el packaging es que aumenta el valor del producto. Si este gusta, resulta moderno y original, los consumidores y consumidoras estarán dispuestos/as a pagar un precio más elevado para llevarse el envase a casa. Lo mismo ocurre si el packaging hace que la clientela se sienta identificada: todos recordamos la campaña en la que una conocida marca de refrescos lanzó latas con nombres («María», «Juan», «Irene»…), lo que provocó que mucha gente comprase el producto solo para coleccionar su embalaje.
Por último, todo esto favorece la fidelización del cliente, ya que mejora la experiencia de compra y genera sentimientos positivos relacionados con la marca.