Más de cuatrocientos cuatro millones de casos se han inficionado con el virus respiratorio agudo severo coronavirus dos (SARS-CoV-dos), con cinco,8 millones de muertes confirmadas hasta febrero de dos mil veintidos. Suráfrica ha experimentado 4 oleadas de transmisión de SARS-CoV-dos, con la segunda, tercera y cuarta ondas están impulsadas por las variaciones Beta, Delta y Omicron, respectivamente. Una pregunta clave con la aparición de nuevas variaciones es hasta qué punto pueden reinfectar a quienes han tenido una infección natural anterior.
El inconveniente central es que el coronavirus se ha vuelto más hábil para reinfectar a las personas. Los inficionados con la primera variación de Ómicron ya están reportando segundas infecciones con las versiones más nuevas de la variante: BA.2 o BA2.12.1 en EE.UU., o BA.4 y BA.5 en Suráfrica.
Esas personas pueden tener una tercera o cuarta infección, aun dentro del actual año,. Y una pequeña fracción puede tener síntomas que persisten a lo largo de meses o años, una condición famosa como Covid prolongado.
«Me semeja probable que ese va a ser el patrón a largo plazo», asegura Juliet Pulliam, de la Universidad de Stellenbosch (Suráfrica), en un trabajo publicado en la gaceta «Science».
Los estudiosos desarrollaron dos enfoques para controlar los datos de vigilancia epidemiológica con la meta determinar si el peligro de reinfección por SARS-CoV-dos ha alterado a lo largo del tiempo en Suráfrica en el contexto de la aparición de Beta (B.1.351), Delta (B.1.617.2) , y Ómicron (B.1.1.529).
«Consideramos que las personas que tenían pruebas positivas secuenciales con cuando menos noventa días de diferencia tenían sospechas de reinfecciones», explican.
La variación Ómicron está asociada con una marcada capacidad para evadir la inmunidad de una infección anterior
En conjunto, identificaron un total de ciento cinco mil trescientos veintitres reinfecciones sospechosas entre prácticamente 3 millones de personas con SARS-CoV-dos confirmado.
Conforme escriben en «Science», la patentiza a nivel de población sugiere que la variación Ómicron está asociada con una marcada capacidad para evadir la inmunidad de una infección anterior. No obstante, no hay patentiza epidemiológica en toda la población de escape inmunológico asociado con las variaciones Beta o Delta.
«Este descubrimiento tiene implicaciones esenciales para la planificación de la salud pública, particularmente en países como Suráfrica con altas tasas de inmunidad por infección previa».
Si la reinfección resulta ser la regla, los especialistas presagian que el coronavirus no va a ser sencillamente una cosa de una vez al año a lo largo del invierno.
En el estudio se describe que el número de reinfecciones con variaciones precedentes, incluida Delta, fue parcialmente poco usual. Mas en el mes de septiembre, pareció acelerarse y fue de forma notable elevado en el mes de noviembre, cuando se identificó la variación Ómicron.
Conforme este trabajo, una infección con Ómicron genera una contestación inmunitaria más enclenque, que semeja reducir de manera rápida, en comparación con infecciones con variaciones precedentes. Si bien las versiones más nuevas de la variación están de manera estrecha relacionadas, cambian lo bastante desde una perspectiva inmunológica que la infección con una no deja mucha protección contra las otras, y efectivamente no tras 3 o 4 meses.
La mayor parte de las personas que se reinfectan con nuevas versiones de Ómicron no enfermarán gravemente
Aun así, la buena nueva es que la mayor parte de las personas que se reinfectan con nuevas versiones de Ómicron no enfermarán gravemente. Por lo menos de momento, el virus no ha encontrado una forma de evitar por completo el sistema inmunológico.
«El virus va a proseguir evolucionando. Y seguramente va a haber bastantes personas que contraigan muchas, muchas reinfecciones durante sus vidas», apuntó Pulliam a NYT.