La decoración del hogar puede suponer a menudo un reto constante para aquellas personas que no cuentan con los conocimientos oportunos, ya sea por falta de formación al respecto o por no acumular la experiencia necesaria a la hora de gestionar adecuadamente todo aquello que guarda relación con el interiorismo. Existen problemas muy frecuentes a los que todo el mundo se enfrenta cuando llega el turno de tomar decisiones sobre el aspecto y la funcionalidad de una casa. En este sentido, destacan algunos como los que detallamos a continuación y a los que tratamos de aportar soluciones.
La decoración en las casas pequeñas
La decoración en las casas pequeñas supone uno de los grandes inconvenientes al que todo decorador primerizo tiene que plantar cara en algún momento. En estos casos, la reducción del espacio es la clave que va a marcar todo el camino a seguir cuando se trata de tomar decisiones decorativas. El afán aquí pasa por crear ambientes que tiendan a generar sensación de amplitud, y para ello existen algunas técnicas que suelen dar muy buenos resultados.
Así, eliminar tabiques innecesarios, por ejemplo, va a crear una apertura del espacio, algo que también es posible conseguir mediante el uso de colores claros en la pintura de las paredes, la instalación de puertas correderas, el empleo de espejos que aporten profundidad e incluso la utilización de muebles funcionales y plegables. Sin duda, la opción pasa por aprovechar todos estos recursos para obtener el fin perseguido.
La decoración de salas pequeñas
La decoración de salas pequeñas es prácticamente un reto similar al anterior, pues en este caso también tiene una especial importancia la necesidad de crear efectos visuales que generen la impresión de estar en un lugar más grande. Pero hay una particularidad, y es que en las salas pequeñas todo ese problema se agrava debido a que hay una mayor posibilidad de que se concentre la decoración en torno a una misma temática.
A partir de esta concepción del espacio, lo aconsejable pasa por crear temáticas que no tiendan a la sobrecarga estética, favoreciendo de este modo una atmósfera más tendente a lo liviano. En este sentido, cabe la opción de buscar estilos modernos cargados de luminosidad, sofás de reducidas dimensiones, jugar a la simetría con los muebles o emplear cuadros minimalistas.
Los cabeceros de cama
Los cabezales de cama, originalmente creados para que la cabeza no se golpee contra la pared, constituyen con frecuencia otra de las grandes dudas en lo que a la decoración del hogar se refiere. Son múltiples las opciones que integran el mercado, por lo que tomar una decisión acertada requiere de un alto grado de análisis.
Lo recomendable en un primer momento es ser plenamente consciente de saber cuál es el estilo que reina en el dormitorio y, en función de eso, maniobrar en un sentido estético u otro. Las posibilidades son infinitas, pero es cierto que existen algunas categorías que sobresalen por encima de otras. De esta forma, resaltan los cabeceros acolchados, los de mimbre, los estampados, los reciclados, los de madera, los de forja, etcétera. Todo un amplio abanico donde encontrar el que mejor se ajuste a las necesidades del lugar.
Los centros de mesa
Por su parte, los centros de mesa también pueden resultar a veces verdaderos quebraderos de cabeza, ya que en multitud de ocasiones es complicado acertar con el estilo e ir incluyendo los objetos adecuados para que la mesa guarde una armonía perfecta en torno al ambiente del lugar a la ocasión que se celebre.
Lo importante en estos casos es definir bien qué tipo de evento es el que se está desarrollando en el sitio para ir ajustando la temática oportuna mediante elementos que vayan en consonancia. Así, es posible lograr buenos centros de mesa para bodas, para bautizos, para mesas infantiles, para fiestas o, simplemente centros de mesa generales.
En definitiva, estamos ante cuatro grandes interrogantes que suelen plantearse en la decoración del hogar con relativa frecuencia y que tan sólo requieren un poco de atención para ser resueltos con eficacia.