El papel de los supermercados y de toda la cadena alimenticia a lo largo del confinamiento fue clave a fin de que este país no padeciera un inconveniente de abastecimiento. A lo largo de los 3 meses de estado de alarma la actividad de las tiendas de nutrición fue prácticamente, siendo considerada «esencial». Un reconocimiento que no tenía ya antes de la crisis sanitaria y que ahora solicita que se prosiga haciendo para asistir a que haya un abastecimiento en el futuro, más ahora que se vive prácticamente una segunda avalancha de casos en España. De este modo lo explica a ABC Ignacio García Magarzo, directivo general de Asedas, patronal de empresas de distribución como Mercadona y Día.
El acopio de comestibles y productos higiénicos a lo largo del estado de alarma provocó que las cadenas de supermercados experimentasen una subida en las ventas. No obstante, Magarzo revela que «el ámbito no ha hecho su agosto» por el hecho de que a lo largo de ese tiempo hubo «un descenso de los márgenes por el hecho de que los productos más vendidos no fueron los de mayor precio». Además de esto, explica que la pandemia asimismo «ha causado un aumento de costos para tomar medidas de seguridad, protección y organización de las tiendas».
Ahora, con la nueva normalidad, ese volumen de facturación se ha estabilizado y ha vuelto a niveles de años precedentes, si bien a Magarzo le preocupa que haya un descenso del consumo por la crisis económica. De ahí que defiende que no haya subidas impositivas pues comprende que dañaría los niveles de consumo. «El Impuesto sobre el Valor Añadido no se debe subir. En estos instantes el consumo, que era frágil pues no se había recuperado de la crisis precedente, no acepta subidas del IVA; sería muy perjudicial», comenta. Arguye asimismo que la Unión Europea lanzó la iniciativa «De la granja a la mesa» hace un par de meses, «donde se piensa en reducir el Impuesto sobre el Valor Añadido de productos frescos, sobre todo hortalizas».
Mas no solo reduce al Impuesto sobre el Valor Añadido su miedo a las posibles subidas impositivas. Desde Asedas asimismo se oponen a los impuestos singulares, como el del plástico, cuyo anteproyecto se conoció hace un mes. Conforme el directo r general de la patronal, «puede sonar como una medida medioambiental, mas estos son los envases que usan la una gran parte del gran consumo. Si no tienen una opción alternativa real se termina transformando en un impuesto indirecto al consumo».
Otra de las reclamaciones del ámbito al Gobierno es que relaje la presión normativa. Conforme mantiene Magarzo, esta aumentó un quinientos setenta y dos por ciento a lo largo de la pandemia por las reglas sanitarias, de ordenación de los flujos, de los horarios, de establecer turnos, entre otras muchas. «Nuestro campo se ha visto muy regulado a causa de la pandemia, mas es que lo estaba de antes», explica.
En lo que se refiere a otro tema que tiene el Gobierno en psique, como es el de la derogación de la reforma laboral, el directivo general de Asedas estima que «es esencial que se sostenga la presente estructura de convenios», donde en nuestros días predomina el de la compañía sobre el del ámbito. Conforme explica Magarzo, «la diversidad de empresas y de zonas que hay en nuestro campo demanda que cada empresa pueda decidir de manera voluntaria estar en el campo que desee y que no haya por encima unas condiciones que se impongan».
Acuerdo sobre los horarios
A causa de la crisis sanitaria, el comercio puso encima de la mesa el discute de poder abrir a lo largo de los días festivos para recobrar una parte de los ingresos perdidos a lo largo del confinamiento. Una propuesta que desde Asedas desean apostillar que no debería afectar al comercio de nutrición, pues «tenemos diferentes necesidades». Magarzo comenta que en el caso de los supermercados «no se acrecienta la demanda ni se acrecienta las ventas por el hecho de que haya más días de apertura». De ahí que aboga por venir a un enorme acuerdo entre todos y cada uno de los miembros del comercio, incluyendo a los trabajadores mediante los sindicatos.
El otro tema que el ámbito anda discutiendo es el fortalecimiento de la ley de la cadena agroalimentaria con el Gobierno y organizaciones agrarias. En el mes de febrero, los labradores protestaron y apuntaron a las grandes distribuidoras como las culpables por los bajos costes a los que debían vender en origen. Magarzo defiende la eficacia de la presente cadena alimenticia y rechaza que las subidas de costo en los diferentes eslabones afecten al costo final, por el hecho de que «perderíamos competitividad». Explica que «no nos sentimos culpables de los inconvenientes de los labradores, podemos formar parte de la solución». De esta forma, plantea que se creen cooperativas más grandes que puedean articular y ordenar la oferta y que se den más estabilidad a las relaciones entre las compañías y los distribuidores por medio de los contratos.