**Elon Musk enfrenta desafíos en su sueño espacial**
El ambicioso proyecto de llevar tripulación a la Luna y Marte a cargo de SpaceX, liderado por Elon Musk, sufrió un duro revés con la explosión del cohete Starship, el más grande y poderoso jamás construido, en su segundo intento de lanzamiento.
**Un revés con algún éxito**
El Starship logró volar durante más tiempo y alcanzar el espacio, lo que fue calificado como un éxito parcial por la compañía, a pesar de la explosión. La nave espacial traspasó la línea de Kármán y alcanzó casi los 150 km de altitud a 24.000 kilómetros por hora, antes de estallar.
**Problemas por resolver**
Respecto al accidente, se cree que el sistema automatizado de terminación de vuelo se activó demasiado tarde, lo que causó la explosión en un momento inoportuno. A pesar del desarrollo del artefacto, aún persisten problemas técnicos por resolver.
**Los cambios introducidos**
Luego del primer intento fallido, numerosas modificaciones fueron realizadas para evitar repetir errores en el segundo lanzamiento. Un equipo de expertos trabajó en una nueva tecnología de ventilación y un sistema de separación de etapas mejorado como parte de los cambios realizados.
**El camino hacia la reutilización**
Starship, a un costo de desarrollo de 3.000 millones de dólares, está diseñado para ser completamente reutilizable y tiene la intención de sustituir al Space Launch System (SLS), la propuesta de la NASA. Esta nave podría tener la capacidad de llevar a cabo misiones a la Luna y a Marte.
**El futuro de Starship**
A pesar de los desafíos, el objetivo final de Elon Musk es convertir a Starship en el vehículo precursor de la conquista de Marte, así como en la principal pieza en su negocio de lanzamientos espaciales. Se espera que tras más pruebas, Starship juegue un papel central en el futuro de la exploración espacial por parte de SpaceX.