La violencia a lo largo de la historia: un vistazo a través de los esqueletos
La naturaleza agresiva del ser humano ha sido objeto de estudio durante mucho tiempo. Sin embargo, un nuevo enfoque liderado por Giacomo Benati de la Universidad de Barcelona ha revelado información fascinante sobre los orígenes de los conflictos bélicos. A través del análisis de más de 3,500 esqueletos fechados entre los años 12,000 y 400 a.C., encontrados en Oriente Medio, el equipo internacional de investigadores ha descubierto patrones claros de violencia a lo largo del tiempo.
La fluctuación de la violencia a lo largo del tiempo
Las marcas en los huesos, evidencia de incursiones bélicas, torturas, esclavitud, castigos crueles, peleas y asesinatos, revelaron que la violencia ha fluctuado significativamente a lo largo de la historia. El primer gran estallido de violencia ocurrió hace aproximadamente 6,000 años, coincidiendo con la aparición de los primeros estados y los conflictos a gran escala. Este descubrimiento desafía la idea de que todas las sociedades antiguas eran igualmente belicosas.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature Human Behaviour’, abarca desde el surgimiento del Neolítico hasta la conquista de Alejandro Magno, y busca arrojar luz sobre la violencia en momentos en que las sociedades se vuelven más complejas y más densas demográficamente. Según Benati, «nuestro objetivo era observar las fluctuaciones en la agresión para entender cuándo y por qué ocurren cambios en los niveles de violencia».
Un vistazo a la historia de la violencia
El análisis de los esqueletos reveló que el pico más alto de violencia ocurrió entre los años 4,500 a.C. y 3,300 a.C., durante la transición entre la prehistoria y la historia. Este periodo estuvo marcado por el surgimiento de fenómenos importantes como la urbanización y la formación de los primeros estados centralizados. La sociedad se volvía más compleja y esto tuvo un impacto en la violencia interpersonal.
A pesar de que la evolución se mide en tiempos extremadamente largos, la llegada de la agricultura hace unos 12,000 años trajo consigo un cambio significativo. Las sociedades se transformaron y se sentaron las bases de nuestro mundo moderno. Sin embargo, la violencia no desapareció por completo. Durante la Edad del Bronce media (3,300 a.C. – 1,500 a.C.) hubo una notable disminución en los niveles de violencia, en comparación con periodos anteriores. Este período de relativa calma se atribuye al desarrollo de sistemas legales que permitieron un mejor control social.
El futuro de la violencia y su relación con el cambio climático
A medida que se analizan los registros históricos, se nota una falta de información sobre la evolución de la violencia en distintos períodos. Solo se cuenta con registros de homicidios en épocas más recientes. Es difícil predecir el futuro basándose únicamente en el pasado, pero hay investigaciones que sugieren que el nivel general de violencia social ha disminuido en los últimos 200 años. Sin embargo, el cambio climático podría tener un impacto significativo en los conflictos futuros.
Investigaciones previas han mostrado que las condiciones climáticas extremas pueden aumentar la violencia. El aumento de la presión sobre los recursos naturales puede provocar migraciones y conflictos. Aunque las sociedades modernas tienen instituciones sólidas para manejar esta presión, es importante profundizar en estas dinámicas y comprender cómo pueden afectar la aparición de conflictos en el futuro.
En conclusión, el estudio de los esqueletos revela la fluctuación de la violencia a lo largo de la historia. Desde el surgimiento de los primeros estados hasta la actualidad, la violencia ha sido parte de la experiencia humana. Sin embargo, la manera en que se manifiesta y los factores que la desencadenan han cambiado a lo largo del tiempo. Comprender estos patrones puede ayudarnos a reflexionar sobre nuestro pasado y a tomar decisiones más informadas sobre nuestro futuro.