Los traumas pueden heredarse hasta tres generaciones, según un estudio
Un reciente estudio ha revelado que los traumas pueden ser heredados hasta por tres generaciones, lo cual provoca alteraciones en el funcionamiento neurológico de los descendientes. Sin embargo, los investigadores han encontrado una solución prometedora que podría revertir estos efectos negativos. Se trata de la amilorida, un medicamento diurético aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU (FDA), que puede ser inhalado para contrarrestar los niveles de pánico y ansiedad asociados a los traumas hereditarios.
Los traumas como «recuerdos biológicos» en el cerebro
El objetivo principal de este estudio era comprender cómo los traumas se convierten en «recuerdos biológicos» en el cerebro. Investigaciones anteriores han demostrado que los ratones separados de sus madres a temprana edad y criados por múltiples «padres adoptivos» presentaban una expresión mejorada del gen ASIC1, el cual ayuda a detectar los cambios de pH en los procesos del sistema nervioso.
El experimento y sus resultados
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores separaron a una generación de ratones de sus madres y los emparejaron con nuevas madres adoptivas durante los primeros días de vida. Luego, permitieron que los ratones jóvenes se criaran de manera normal y se aparearan durante dos generaciones más.
La clave del experimento fue la inhalación de amilorida, la cual demostró mejorar la oxigenación de los ratones expuestos a la separación traumática y su descendencia. Los análisis moleculares revelaron que la expresión de genes como ASIC1, ASIC2 y ASIC3 mejoró en las regiones del cerebro responsables de los procesos sensoriales y del dolor.
De hecho, tan solo una dosis de amilorida logró revertir los problemas neuronales en las siguientes generaciones. Estos resultados son considerados novedosos, pero se enfatiza la importancia de que sean confirmados y ampliados por otros laboratorios, incluso con experimentos en humanos.
Críticas y futuro de la investigación
Raül Andero Galí, psicólogo y profesor de Investigación ICREA en la Universitat Autònoma de Barcelona, comenta que los resultados son preliminares pero muy novedosos. Sin embargo, critica la falta de estudio sobre el mecanismo de transmisión intergeneracional del efecto del fármaco.
Ángel Barco, director del Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y el CSIC, también señala la importancia de comprender en profundidad cómo se produce esta transmisión transgeneracional.
En resumen, este estudio pone de manifiesto la posibilidad de heredar traumas hasta tres generaciones y presenta una posible solución en el uso de la amilorida como tratamiento. Aunque es necesario profundizar en la investigación y confirmar los resultados, esta investigación abre nuevas puertas para comprender y abordar los trastornos relacionados con los traumas hereditarios.