**Título: «John Irving: Reflexiones de un escritor comprometido con su arte»**
Analizando los nuevos desafíos de John Irving
John Irving, muy conocido por los lectores y libreros que se enfrentan a sus extensas obras literarias, no se toma a la ligera su tarea como escritor. No contento con las más de seiscientas páginas de su anterior novela «Avenida de los misterios», Irving nos sorprende ahora con «El último telesilla», una obra que supera las mil páginas y en la cual el autor estadounidense continúa explorando sus obsesiones y buscando la tan ansiada Gran Novela Americana. Desde su estudio en Toronto, Irving nos desvela que no tiene intención de dejar de escribir, a pesar de sus 81 años, y que sus futuras novelas serán más breves.
Un viaje literario de seis años
«El último telesilla» es el resultado de seis años de dedicación incansable por parte de Irving. En esta novela, el autor nos sumerge en la historia de Estados Unidos, desde la década de los años 40 hasta la irrupción de Trump, pasando por la Guerra Fría y la guerra de Vietnam. A través de los ojos de Adam, un guionista y escritor en busca de su familia, Irving nos confronta con fantasmas del pasado y nos lleva por un viaje lleno de experiencias y momentos impactantes. A pesar de su extensión, Irving asegura que esta no fue su novela más difícil de escribir, ya que no hubo temas ajenos a su experiencia ni aprendizajes que realizar. Sin embargo, la novela representa un compendio de la historia de Estados Unidos, que Irving considera «didáctica» más que polémica o reivindicativa.
La lucha por la tolerancia y los valores progresistas
El sexo, la lucha contra la intolerancia y la búsqueda de identidad son temas recurrentes en las novelas de Irving. El autor se considera un aliado de la comunidad LGTBIQ+ y asegura que no inventó los derechos de esta comunidad con su famosa obra «El mundo según Garp». Sin embargo, Irving lamenta el retroceso que observa en la sociedad estadounidense en estos aspectos. Según él, el país no ha aprendido las lecciones de la historia y se encuentra ante una polarización extrema. Irving enfatiza que el regreso del fascismo y el odio hacia las minorías sexuales son alarmantes signos de un retroceso social preocupante.
El refugio en la literatura clásica
Para Irving, el universo literario del siglo XIX es su mayor fuente de inspiración y admiración. Escritores como Charles Dickens, Herman Melville y Thomas Hardy son sus referentes, y considera que seguir sus pasos ha sido su clave del éxito. A pesar de las tendencias contemporáneas y modernas, Irving se mantiene fiel a un estilo novelístico clásico y nos asegura que siempre será así. Además, el autor reflexiona sobre su carrera como guionista, la cual dejó en 2016, y destaca que las novelas siempre han tenido un lugar especial en su corazón debido a la profundidad y significado que pueden transmitir.
En resumen, John Irving se posiciona como un escritor comprometido con su arte, abordando temas relevantes y desafiando las convenciones literarias actuales. A través de «El último telesilla», Irving nos sumerge en la historia de Estados Unidos mientras reflexiona sobre los valores progresistas y la importancia de aprender del pasado. Su legado literario, influenciado por los clásicos del siglo XIX, perdurará como un testimonio de su dedicación y pasión por la escritura.