El primer encuentro: Una conexión inusual
En abril de 1966, Kornel Filipowicz envió a Wislawa Szymborska un sobre con tres fotos de monos del zoológico de Cracovia y una nota breve. En la nota, le entregó a Szymborska esta modesta contribución a la simiología. Además, incluyó un dibujo a bolígrafo de una margarita con el pie de foto que decía: «Una flor de parte de un hombre».
Un amor inesperado
Polonia era un país triste y gris en aquel entonces, con censura y cartilla de racionamiento. A pesar de esto, Kornel Filipowicz y Wislawa Szymborska vivían en la risa y el sol. Tal vez a esa altura ya habían sufrido lo suficiente y estaban de vuelta de todo, también del amor. Filipowicz, de cincuenta y tres años, había sobrevivido…
Una conexión única
La historia de Kornel Filipowicz y Wislawa Szymborska es un testimonio de cómo el amor puede surgir en los momentos y lugares más inesperados. A pesar de vivir en un país marcado por la tristeza y la censura, lograron encontrar la alegría y la luz en medio de la oscuridad. Su amor es un recordatorio de que la verdadera conexión trasciende las circunstancias externas.