La supervivencia de los pacientes con cáncer de próstata avanzado en los últimos quince años se ha tresdoblado merced al desarrollo de nuevos agentes hormonales, quimioterapia o bien radiofármacos, pasando de doce-dieciocho meses en dos mil cinco, cuando solo se disponía de quimioterapia, a más de los treinta y seis meses actuales.
El cáncer de próstata es el segundo cáncer más diagnosticado en nuestro ambiente (primero en varones), con una estimación de treinta y 5 y setecientos sesenta y cuatro nuevos casos en España en dos mil veintiuno, conforme el informe de SeoM “Las cifras del cáncer en España” de dos mil veintiuno.
Además de esto, es el tumor de mayor prevalencia en varones, un veinticuatro con tres por ciento de la incidencia global que para el año dos mil veinte era de doscientos cincuenta y nueve mil setecientos ochenta y ocho pacientes perjudicados, conforme los últimos datos libres recogidos en el convocado informe de SeoM. No obstante, ocupa el tercer sitio como responsable del número de fallecimientos por cáncer en varones en España, mas reduciéndose la tasa de mortalidad de forma progresiva. La supervivencia neta a 5 años de los pacientes diagnosticados en el periodo dos mil ocho-dos mil trece fue de ochenta y nueve con ocho por ciento , la más elevada entre los tumores usuales.
En estadios iniciales, el cáncer de próstata es curable en una enorme mayoría de casos a través de técnicas actuales de cirugía, radioterapia / braquiterapia con o bien sin la adición de hormonoterapia.
En nuestros días, la enorme mayoría de casos de cáncer de próstata se diagnostica en estadios iniciales, al tiempo que solo el diez por ciento corresponde a casos avanzados (metastásicos) al diagnóstico. En estadios iniciales, el cáncer de próstata es curable en una enorme mayoría de casos a través de técnicas actuales de cirugía, radioterapia / braquiterapia con o bien sin la adición de hormonoterapia.
En una proporción de casos, no obstante, la enfermedad desarrolla resistencia al tratamiento hormonal (resistencia a la castración) con el ocasional desarrollo de metástasis, situación llamada cáncer de próstata resistente a la castración metastásico. En otras ocasiones, no obstante, los pacientes presentan metástasis en el instante del diagnóstico, situación llamada cáncer de próstata hormonosensible metastásico, no subsidiario ya de opciones curativas como la cirugía y la radioterapia. En estos casos, los objetivos del tratamiento son alargar la supervivencia, conservar la calidad de vida y prevenir acontecimientos óSeos.
Es en estos casos avanzados (resistencia a la castración y enfermedad hormonosensible metastásica) donde se ha efectuado la mayor parte de avances en el tratamiento de la enfermedad.
Entre los años dos mil once y dos mil catorce, el desarrollo de nuevos agentes hormonales (abiraterona, enzalutamida), quimioterapia (cabazitaxel) o bien radiofármacos (Ra-doscientos veintitres) ha tolerado acrecentar la supervivencia desde los doce-dieciocho meses en dos mil cinco, cuando solo estaba libre la quimioterapia con docetaxel, a los treinta y dos-treinta y seis meses actuales.
Las combinaciones de nuevos medicamentos con agentes inmunoterápicos representa otra prometedora estrategia terapéutica en el cáncer de próstata avanzado
Por otra parte, las combinaciones de nuevos medicamentos con agentes inmunoterápicos representa otra prometedora estrategia terapéutica en el cáncer de próstata avanzado, hoy día en evaluación en ensayos clínicos para identificar qué pacientes son los mejores aspirantes a este tratamiento.
Además de esto, nuevos estudios han confirmado el valor del tratamiento tanto de quimioterapia como de estos nuevos agentes hormonales, como la abiraterona, apalutamida o bien enzalutamida, en combinación con la deprivación androgénica (hormonoterapia), en pacientes con enfermedad metastásica al diagnóstico. Por medio de diferentes ensayos clínicos, estos agentes han probado una reducción del peligro de muerte de hasta un treinta y ocho por ciento , aun en pacientes de alto peligro, y un aumento de la mediana de supervivencia desde los treinta y dos hasta los cincuenta meses.