El mercado del alquiler de vivienda en nuestro país ha sido un campo de batalla para muchas personas durante años. Tanto los inquilinos, quienes se enfrentan a precios elevados y condiciones exigentes, como los propietarios, quienes temen impagos o el fenómeno de la okupación, han sufrido las dificultades de este sector.
Si bien se están realizando cambios en las leyes de alquiler, como el hecho de que los honorarios de agencia sean pagados por los propietarios en lugar de los inquilinos, hay situaciones que quedan claras a ojos de la justicia.
Un ejemplo de esto se ha dado en Vigo, donde una pareja de inquilinos envió un mensaje de WhatsApp a su casero en enero de 2022 para comunicarle que abandonaban la vivienda en la que llevaban solo tres meses. Los inquilinos devolvieron las llaves a la agencia inmobiliaria que les había facilitado el alquiler. Sin embargo, el propietario inició un proceso de desahucio contra ellos alegando impagos, a pesar de que la vivienda ya estaba vacía y el contrato seguía vigente de forma oficial.
En un principio, los inquilinos fueron absueltos sin tener que pagar ninguna cantidad, ya que esta quedaba cubierta por la fianza y habían devuelto las llaves. Sin embargo, el propietario apeló argumentando que no se le habían entregado las llaves y que no había firmado la finalización del contrato. La Audiencia revocó la absolución, explicando que un contrato no puede ser finalizado de forma unilateral sin el consentimiento de ambas partes y destacando que WhatsApp no es un medio válido para dar por terminado un contrato de alquiler.
Como resultado, los inquilinos se vieron obligados a pagar más de 2.200 euros, además de los gastos correspondientes, por la forma en que habían finalizado el contrato de alquiler. Esto incluía el pago de cinco mensualidades adeudadas, desde enero hasta mayo de 2022, momento en que el contrato se dio por finalizado oficialmente, a pesar de que ya llevaban sin habitar la vivienda desde enero.
Este caso ejemplifica la importancia de comunicar de manera adecuada el deseo de finalizar un contrato de alquiler. Si se informa al casero a través de WhatsApp sin seguir los procedimientos necesarios, es posible llevarse una sorpresa y terminar como deudor de miles de euros al propietario. Esto dependerá del momento en que el propietario decida comunicarlo a la justicia, pudiendo acumularse varias mensualidades.
Para evitar problemas legales y económicos, es fundamental conocer y seguir los protocolos establecidos al finalizar un contrato de alquiler. Mantener una comunicación clara y formal con el casero o la agencia inmobiliaria, así como asegurarse de realizar todos los trámites necesarios, puede evitar situaciones desfavorables para ambas partes involucradas en el contrato de alquiler de vivienda.