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Lo que tus pies, esos grandes olvidados, cuentan de tu salud y no sabías

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Son los grandes olvidados. «El tercer planeta del cuerpo», como los define Juan Carlos Montero, podógolo y vocal de Comunicación del Ilustre Instituto Profesional de Podología de la Comunidad de la capital de España (Icopoma). No acostumbramos a hacerles caso pues están lejos de nuestro campo visual y van cubiertos con el calzado, mas los pies , asevera el especialista, tienen una función fundamental, en dos sentidos: «Son esenciales para el equilibrio . Si los pies tienen un mal equilibrio el cuerpo está desequlibrado. Y son las estructuras que nos dejan desplazarnos ». Montero recuerda que todas y cada una de las unas partes del cuerpo están relacionadas y que un inconveniente en el pie de manera indirecta va a repercutir en otra una parte del cuerpo. Por poner un ejemplo, de una mala pisada nos puede sobrevenir un inconveniente de rodilla o espalda , o una tendinitis por sobrecarga muscular. Y una pequeña herida en el pie en un paciente diabético puede desembocar en una infección provocando amputación o sepsis en el cuerpo y provocar la muerte. Además de esto, en verano, no debemos olvidarnos de aplicar la crema solar asimismo en los pies y reaplicar cada dos horas y media para asegurar una buena fotoprotección. Noticias Relacionadas estandar No Los pediatras alertan del incremento de enfermedades del pie en los pequeños debido al deporte de impacto S. F. estandar No La enfermedad que provoca tumores benignos en los pies y afecta más a los hombres D.V. Cuidados básicos: Lavar, hidratar y un buen calzado Para eludir inconvenientes en los pies, Montero asegura que es suficiente con cumplir 3 requisitos: lavarlos diariamente con un jabón que sea neutro y secarlos bien (dejar húmedo el pie favorece los hongos y las fisuras); aplicar una crema hidratante , en especial en verano, ya que con el calor y el polvo se resecan más y en zonas como el talón, con mucha tensión, pueden producirse grietas; y emplear el calzado más conveniente conforme la coyuntura. «Muchas veces anteponemos la estética y lo primero es la salud», recuerda el podólogo. ¿Son hongos o un papiloma? Los hongos se forman por una excesiva humedad. Acostumbran a aparecer como zonas escamadas en un sitio extenso, en el arco del pie, más enrojecidas, que pican. «Se tratan con antifúngicos» explica Montero. Se pueden prevenir controlando el sudor y eludiendo llevar calcetines húmedos mucho rato. El papiloma , provocado por el virus VPH , no pica. Es una lesión circular pequeña, con el fondo punteado oscuro, que en ocasiones sangra, y se cubre de piel fallecida. Puede confundirse con un callo o clavo. La diferencia radica en que el papiloma solo duele un tanto al comienzo, al paso que el clavo se siente como un pincho. El primero se contagia en las piscinas. « Se previene utilizando chanclas en las duchas », recomienda Montero. Para quitarlos, «hay tratamientos con substancias queratolíticas, con ázoe líquido u otros dispositivos médicos», apunta la doctora Lourdes Navarro, dermatóloga de la AEDV. Trucos a fin de que ni suden ni huelan Este inconveniente se produce por un exceso de sudoración o por un calzado con mucho plástico que no transpira bien. La buena nueva es que tiene solución. «Los podólogos salvamos matrimonios», bromea Juan Carlos Montero. Para supervisar el sudor, el especialista aconsejará productos antitranspirantes en aerosol, crema o polvo y desodorizantes para el mal fragancia. «En ciertos casos puede estar relacionado con algún hongo en la piel y se precisan antifúngicos. Mas primero debe diagnosticarlo el podólogo», agrega el especialista. Dónde me hago la pedicura La recomendación general para sostener las uñas sanas es «cortarlas rectas toda vez que resulte posible, no eliminar la cutícula y no llevarlas muy largas», explica la doctora Lourdes Navarro, dermatóloga de la AEDV. Si bien conforme la morfología, pueden precisar otro género de cortes. «Si se clavan o están engrosadas o no sé de qué forma cortarlas hay que asistir al podólogo. Consideramos que es algo muy trivial, mas si se hacen las cosas mal puede repercutir en la salud», advierte el portavoz del Icopoma. En opinión de este profesional, para el cuidado de la salud de las uñas siempre y en toda circunstancia debería acudirse al podólogo. Y si deseamos que nos las pinten y visitaremos un centro de belleza, que sea de mucha confianza. «No deberían usar instrumentos de corte que no hayan pasado por un sistema de esterilización pues pueden contagiarnos hongos, hepatitis o VIH. Por medio de la lima para las uñas asimismo se pueden trasmitir los hongos e inclusive por la brocha de los esmaltes. Si bien lo normal es que no pase nada, si llevas tu esmalte de casa, mejor», advierte Juan Carlos Montero. En opinión de la doctora Navarro, las pedicuras en centros de belleza que prosigan unas reglas de seguridad e higiene no deberían acrecentar el peligro de infección por hongos ni en la piel de los pies ni en las uñas. Por qué es mejor no utilizar limas por nuestra cuenta Si bien lijar las durezas de los pies en casa está muy de tendencia, el portavoz del Icopoma, Juan Carlos Montero, aconseja asistir al podólogo ya antes de usar ningún instrumento por nuestra cuenta. Para las durezas sí valen, mas para las fisuras no. «Si se resquebraja el talón hay que buscar el motivo y dar la mejor contestación. No es una dureza (acumulo de piel fallecida en una zona del pie por incremento de fricción o tensión), por lo que no debo deslaminar las capas extras de queratina». La fisuras hay que tratarlas con mucha hidratación y si aplico limas «puedo lograr que esas fisuras se abran más», advierte el podólogo. Frente a un inconveniente de talón por sequedad, la primera indicación es hidratar y, ya antes de hacer nada en casa, lo mejor es preguntar con el especialista. MÁS INFORMACIÓN nueva No Los podólogos claman contra los influencers por sus consejos para cuidar los pies: «No tienen base científica ni formación» nueva No Por qué tu bebé no debería usar tacatá Señales de alarma Dados estos síntomas en el pie, hay siempre y en todo momento que preguntar, conforme el doctor Rafael Llombart, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra: dolor persistente que no cede con reposo, frío local y analgésicos; hinchazón, especialmente si aparece de súbito sin traumatismo previo; deformidad; cambios en la piel o las uñas (ampollas, úlceras o cambios en el color o textura, uñas encarnadas o anormales);dificultad para pasear, cojera o sensación de inestabilidad en el pie o tobillo; restricción de la movilidad del pie o tobillo; perturbación de la sensibilidad (adormecimiento, hormigueo, ardor o pérdida de sensibilidad). Los pies, chivatos de enfermedades La apariencia de nuestros pies no solo delata cuánto de cuidados los tenemos, asimismo puede informarnos de de qué manera está marchando nuestro cuerpo y hacer sospechar de ciertas nosologías. Por servirnos de un ejemplo, hay enfermedades nefríticos, cardiovasculares o la soriasis , explica Juan Carlos Montero, podólogo vocal de comunicación del Icopoma, que pueden generar una forma determinada en nuestras uñas. Asimismo por la coloración del pie (azul, blanco o amarillo), sigue el especialista, que puede ser consecuencia de otro género de nosologías del cuerpo. El pie se puede poner azulado cuando hay menos concentración de oxígeno en sangre por una enfermedad respiratoria. En el momento en que un paciente tiene arterioescleosis y no llega bien la sangre a sus pies, pueden adquirir un tono más blanco. Y cuando se ponen amarillos, puede deberse a perturbaciones hepáticas o digestibles. «Muchas veces podemos pesquisar y estudiar desde un síntoma en los pies. Merced a un buen inspeccionado en esa zona podemos hacernos una idea y, en el caso de confirmarse una nosología, poner tratamiento precoz», asevera el podólogo. De qué manera escoger zapato Hay que decantarse por el que se adapte mejor a la actividad que vayamos a hacer. La edad influye. Se aconseja no calzar a los bebés a lo largo del mayor tiempo posible y, cuando comienzan a pasear, tenerlos descalzos en casa y con un zapato plano que no tenga refuerzos muy recios en la calle. «Hay menos peligro de padecer pie plano en pequeños que han caminado descalzos la mayoría del tiempo por el hecho de que se fortalecen más los músculos de los pies», explica Montero. En el caso de los ancianos, cuyos pies dan menos equilibrio, pasear descalzo no es lo más conveniente. «Los mayores deberían tener unas plantillas a la medida para prosperar el equilibrio», agrega. Rozaduras y ampollas Lo esencial para eludir rozaduras y ampollas por el uso de cierto calzado es ir amoldando el pie al zapato y a la inversa . El podólogo Juan Carlos Montero advierte de que estas heridas pueden generarse en cualquier temporada del año, mas son más usuales en los cambios de estación . «En cuanto viene el frío, tras 5 meses de calor y de llevar el pie al aire, nos ponemos la bota. O en el momento en que nos adquirimos un calzado nuevo y nos lo ponemos sin domesticarlo ya antes. Lo aconsejable cuando se aproxima la temporada estival o invierno es comenzar a poner el zapato de la nueva estación en casa para ir habituado al pie de forma progresiva y poco violenta, si bien sea un calzado ya usado», explica el vocal de Comunicación del Icopoma. Asimismo aconseja eludir zapatos más estrechos o con la puntera más dura , que pueden provocar ampollas. Del callo al pie diabético, pasando por la marcha El tratamiento de durezas y uñas en todas y cada una de las edades es uno de los motivos más frecuentes de consulta en el podólogo. «Un callo o dureza le puede salir a un joven por un pie con mucho arco y las uñas asimismo se les clavan a pequeños o adolescentes», narra Montero, quien asimismo aconseja comprobar en el podólogo la marcha del pequeño desde los cuatro años para poder ver si hay algo que corregir. Mas la «patología estrella» que provoca lesiones en el pie es la diabetes . El pie diabético va a generar perturbaciones a nivel vascular, ya que reduce el flujo de riego sanguíneo, y en el caso de hacerse una herida, se cura con más complejidad. Asimismo provoca neuropatia periférica, los nervios dejan de hacer su función y el pie pierde la sensibilidad. «A veces no se percatan de que se han hecho la herida, se cura mal y se inficiona. Al estar los huesos cerca se extiende la infección. El pie diabético es la primera causa de amputación no traumática . Si se derivara al podólogo se reduciría un setenta y cinco por ciento la cantidad de amputaciones, conforme los estudios», asegura Montero.

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