Vitamina C y otros antioxidantes podrían acelerar el crecimiento tumoral, según estudio
En un reciente estudio publicado en «The Journal of Clinical Investigation», se ha advertido que la vitamina C y otros antioxidantes pueden estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos en los tumores de cáncer de pulmón. Esto contradice la creencia anterior de que los antioxidantes tenían un efecto protector.
El investigador Martin Bergö, del Instituto Karolinska en Suecia, afirma que «los antioxidantes activan un mecanismo que hace que los tumores cancerosos formen nuevos vasos sanguíneos, lo cual es sorprendente». Estos nuevos vasos sanguíneos pueden nutrir los tumores y ayudarlos a crecer y propagarse.
Los antioxidantes y su relación con el crecimiento tumoral
Los antioxidantes son conocidos por neutralizar los radicales libres de oxígeno, que pueden causar daño al cuerpo. Por esta razón, se encuentran en muchos suplementos dietéticos. Sin embargo, el estudio advierte que dosis demasiado altas de antioxidantes pueden ser perjudiciales.
Según Bergö, «los antioxidantes presentes en los alimentos normales no son motivo de preocupación, pero la mayoría de las personas no necesitan añadir suplementos». De hecho, para los pacientes con cáncer y personas con un alto riesgo de padecerlo, la ingesta excesiva de antioxidantes puede ser perjudicial.
El grupo de investigadores ya había demostrado previamente que la vitamina C y E aceleran el crecimiento del cáncer de pulmón al estabilizar una proteína llamada BACH1. Esta proteína se activa cuando disminuye el nivel de radicales libres de oxígeno.
Descubriendo nuevos mecanismos en la angiogénesis tumoral
En este nuevo estudio, los investigadores han demostrado que la activación de BACH1 induce la formación de nuevos vasos sanguíneos en los tumores (conocido como angiogénesis). Aunque se creía que la angiogénesis solo ocurría en presencia de niveles bajos de oxígeno, este mecanismo ha revelado que los tumores también pueden formar nuevos vasos sanguíneos en niveles normales de oxígeno.
El estudio también ha demostrado que BACH1 se regula de manera similar a otra proteína llamada HIF-1α, que permite a las células adaptarse a los cambios en los niveles de oxígeno. Ambas proteínas trabajan juntas en los tumores, según lo que revela la nueva investigación.
Más efectividad en la prevención de angiogénesis tumoral
Según Ting Wang, otro investigador del Instituto Karolinska, «muchos ensayos clínicos han evaluado la eficacia de los inhibidores de la angiogénesis, pero los resultados no han sido tan exitosos como se esperaba». Sin embargo, este nuevo estudio abre la puerta a formas más efectivas de prevenir la angiogénesis en los tumores.
Por ejemplo, los pacientes con niveles altos de BACH1 podrían beneficiarse más de la terapia antiangiogénica que aquellos con niveles bajos de esta proteína. Esto podría llevar a un enfoque más personalizado en el tratamiento del cáncer.
Investigaciones futuras y conclusiones
El estudio se ha centrado principalmente en tumores de cáncer de pulmón utilizando diversos métodos de biología celular. Sin embargo, también se han analizado tumores de mama y riñón en ratones y muestras humanas.
El siguiente paso para los investigadores es explorar en detalle cómo los niveles de oxígeno y radicales libres pueden regular la proteína BACH1. También se llevarán a cabo estudios similares en otros tipos de cáncer, como el de mama, riñón y piel.
En conclusión, este estudio pone de manifiesto la compleja relación entre los antioxidantes y el cáncer, destacando la importancia de regular su ingesta. Asimismo, revela nuevos mecanismos en la angiogénesis tumoral que podrían mejorar la eficacia de los tratamientos futuros.