Mayor peligro de arritmias y cardiopatías, daño en las arterias, más visitas a emergencias por enfermedades respiratorias como asma, bronquiolitis y neumonía… Son una parte del legado que los progenitores fumadores dejan a sus hijos por exponerles al humo del tabaco. Ahora, un nuevo estudio se aúna a la evidencia a nivel científico de que el tabaquismo pasivo es un riesgo para la salud de los pequeños. Estudiosos del Brigham and Women’s Centro de salud han hallado un vínculo directo potencial entre la exposición al humo del tabaco de los progenitores a lo largo de la infancia y un mayor peligro de padecer cuando son adultos artritis reumatoide (AR) seropositiva, una forma de artritis que causa dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones, singularmente en las muñecas y los dedos.
Los estudiosos usaron datos de noventa y novecientos veintitres mujeres del Nurses Health Study II (NHSII) para esclarecer la relación entre la exposición pasiva al tabaquismo y la AR percance. La exposición pasiva se dividió en 3 categorías: tabaquismo materno a lo largo del embarazo, el tabaquismo de los progenitores a lo largo de la niñez y los años vividos con fumadores desde los dieciocho años. Descubrieron que la exposición pasiva al humo de los progenitores a lo largo de la niñez aumenta el peligro de AR seropositiva en un setenta y cinco por ciento , conforme con los resultados publicados en la gaceta «Arthritis & Rheumatology».
Bastantes personas con AR tienen signos de inflamación pulmonar. Aunque los factores genéticos y ambientales contribuyen al peligro de desarrollarla, ser fumador es el factor de peligro ambiental mejor establecido asociado con la AR, al paso que el tabaquismo pasivo estaba parcialmente sin explorar.
«Hemos tenido en cuenta la inflamación de la mucosa pulmonar por el tabaquismo personal como un lugar de patogénesis de la AR. Mas la mayor parte de los pacientes con AR no son fumadores, con lo que deseábamos buscar otro inhalante que pudiese antedecer a esta patología», explica el doctor Jeffrey A. Sparks, del Departamento de Medicina de Brigham y autor del estudio.
Para vincular el tabaquismo pasivo y la AR accidente de forma más concluyente, Sparks y sus colegas emplearon datos de los cuestionarios del NHSII compendiados cada un par de años entre mil novecientos ochenta y nueve y dos mil diecisiete de noventa y novecientos veintitres mujeres de treinta y cinco a cincuenta y dos años. Los estudiosos usaron los registros médicos de los participantes para confirmar la AR y el estado serológico. Ahora, se empleó un modelo estadístico para apreciar el efecto directo de cada exposición pasiva al tabaquismo sobre el peligro de artritis reumatoide, de esta manera para supervisar otros factores, como el tabaquismo personal.
Los estudiosos encontraron un setenta y cinco por ciento más de peligro de AR en las personas que estuvieron expuestas a lo largo de la infancia al tabaquismo de sus progenitores. Este peligro aumentó en los participantes que entonces se transformaron en fumadores activos. A lo largo de la mediana de seguimiento de veintisiete con siete años, quinientos treinta y dos mujeres de la cohorte desarrollaron casos incidentes confirmados de AR, la mayor parte (trescientos cincuenta y dos) de los que fueron seropositivos (positivos para autoanticuerpos de AR). No obstante, el tabaquismo materno a lo largo del embarazo y los años vividos con fumadores tras los dieciocho años no demostaron una asociación significativa con el peligro de AR.
Una de las restricciones del estudio es la ausencia de participantes hombres. Por este motivo, el equipo tiene la pretensión de proseguir esta investigación con estudios longitudinales que engloben tanto a hombres como a mujeres con el propósito de administrar información crítica sobre otras afecciones reumatoides e inclusive otras enfermedades autoinmunes.
«Nuestros descubrimientos dan más profundidad y gravedad a las consecuencias negativas para la salud del tabaquismo con relación a la AR, una de las enfermedades autoinmunes más comunes», afima el doctor Kazuki Yoshida, de la División de Reumatología, Inflamación y también Inmunidad del Brigham, y autor primordial del estudio. «Esta relación entre el tabaquismo de los progenitores en la niñez y la AR de comienzo en la edad adulta puede ir alén de la reumatología; los estudios futuros deben investigar si la exposición infantil a los inhalantes puede predisponer a las personas a la autoinmunidad general en el futuro», concluye.