La historia de Marta Huerta de Aza: Del amor por el arbitraje al escenario mundial
Miércoles, 6 de abril de 2023
En un mundo dominado por los ídolos futbolísticos, Marta Huerta de Aza, nacida en Palencia en 1990, tenía sus propios referentes: Stéphanie Frappart y Pierluigi Collina, dos nombres que encarnaban la esencia del arbitraje. Para Huerta, el arbitraje era mucho más que una profesión, era una pasión, una forma de vida. Y esta pasión la ha llevado al escenario mundial, debutando como árbitra principal en el partido entre China y Haití en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
El comienzo de un viaje
El viaje de Huerta comenzó en Palencia, cuando tenía solo 15 años y pitó su primer partido de prebenjamines. A pesar de las críticas constantes hacia su profesión, ella se mantuvo firme, aprendiendo desde pequeña a ignorar las voces negativas que venían desde afuera y concentrarse en las palabras de apoyo de su círculo cercano. Y gracias a ese apoyo, ha logrado alcanzar metas cada vez más altas en su carrera.
Una carrera plagada de logros
Desde su ascenso a la Primera División en 2017, Huerta ha acumulado un impresionante currículum. Ha sido la árbitra de la final de la Copa de la Reina en 2018, así como de dos finales de la Supercopa de España en 2020 y 2022. En 2019, hizo historia al convertirse en la primera mujer en arbitrar un partido masculino de Segunda B, y en 2021 formó parte del equipo arbitral en el encuentro entre Getafe y Real Sociedad. El año pasado, alcanzó una gran hazaña al arbitrar el partido inaugural de la Eurocopa entre Inglaterra y Austria en Old Trafford. Y ayer, su nombre se escribió en la historia del fútbol mundial en el estadio Hindmarsh de Adelaida.
Unirse al selecto grupo de los «16 silbatos de oro» es un honor reservado para los mejores árbitros de la historia, entre ellos nombres como Ortiz de Mendíbil, López Nieto, Sánchez Arminio, Díaz Vega y Mateo Lahoz. Huerta se convierte en la primera mujer española en arbitrar un Mundial, acompañada por su colega y amiga Guadalupe Porras como asistente. Juan Martínez Munuera y Alejandro Hernández Hernández estuvieron a cargo del VAR en la sala de control. Juntos, formaron un equipo excepcional.
Un camino de constante formación
La designación de Huerta como árbitra de un Mundial no fue producto del azar. Durante los cuatro años previos al torneo, se sometió a una formación constante para mejorar y perfeccionar su habilidad. Asistió a cursos y seminarios en Qatar 2022, donde se analizaron diferentes situaciones de juego y se profundizó en el estudio del VAR. También participó en sesiones teóricas para unificar criterios y exámenes de evaluación en grandes torneos internacionales. Además de todos estos desafíos intelectuales, también tuvo que superar rigurosas pruebas físicas, demostrando que es una árbitra completa y preparada en todos los aspectos.
Una vida dedicada al arbitraje
Huerta ha dejado claro que este es su camino, su elección por encima de cualquier otra profesión. Desde Palencia, con la confianza y convicción arraigadas en su ser, ha demostrado que merece estar en la cima del arbitraje mundial. Para recordarle su camino recorrido, lleva consigo una cadena con su silbato, un símbolo de los 21 partidos de selecciones absolutas que ha arbitrado y un recordatorio constante de que es la primera árbitra española en un Mundial.
El viaje de Marta Huerta de Aza es un ejemplo de determinación, superación y pasión por el arbitraje. Es un nombre que ha dejado una marca en la historia del fútbol y sigue abriendo puertas para las mujeres en este campo. Su participación en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda es solo el comienzo de un camino lleno de éxitos y logros aún más grandes.