La Dentera: Un Fenómeno Desagradable y Misterioso
¿Alguna vez has experimentado esa sensación incómoda que te recorre el cuerpo cuando escuchas ciertos sonidos? La dentera, también conocida como tiricia o grima, es una reacción de rechazo que sufrimos frente a estímulos sonoros, táctiles o visuales. Incluso el simple recuerdo de una sensación puede desencadenarlo, sin necesidad de escuchar el sonido en sí mismo.
La Orquesta de Sensaciones de la Dentera
Todos hemos sentido alguna vez cómo el chirriar de una tiza sobre una pizarra o el sonido de un tenedor rasgando un plato nos hace encojer los hombros, pone nuestra piel de gallina, aumenta nuestra tensión muscular, nos hace abrir la boca y apretar los dientes. Estas reacciones están orquestadas por la amígdala cerebral, una región que controla nuestras emociones y nuestro miedo.
Las Frecuencias Molestas que Desatan la Dentera
Pero, ¿existe un patrón específico de sonidos que desencadena la dentera? Según un estudio galardonado con el Premio Ig Nobel en 2006, las frecuencias medias, entre 2.000 y 5.000 Hz, son las que más nos incomodan y a las que somos más sensibles. Aunque no tenemos una teoría definitiva sobre el origen biológico de la dentera, todo parece indicar que está relacionada con nuestro instinto de supervivencia.
Otro estudio realizado por el Instituto de Neurociencia de la Universidad de Newcastle reveló que la amígdala cerebral es la responsable de esta reacción desagradable. Los científicos realizaron resonancias magnéticas en trece voluntarios expuestos a diferentes sonidos. Cuando los sonidos se encontraban en el rango de 2.000 a 5.000 hertzios, la amígdala se activaba y enviaba señales de advertencia a la corteza cerebral.
La Dentera: Una Reacción Evolutiva
Algunos expertos sostienen que la dentera es una reacción evolutiva, similar a la que encontramos en otros primates como los chimpancés. Estos animales emitirán sonidos agudos y estridentes como una señal de alarma cuando hay depredadores en la zona. Curiosamente, los sonidos de alerta de los chimpancés caen en el rango de frecuencia de 2.000 a 5.000 Hz, el mismo rango que los investigadores de Newcastle encontraron molestos para los seres humanos.
Hay que tener en cuenta que, con el desarrollo de herramientas, la organización social y el cocinado de alimentos, hemos reducido nuestra dependencia de dientes y uñas. Nuestros dientes son más débiles y nuestras uñas menos resistentes en comparación con otros mamíferos. Esta evolución podría haber llevado a que los sonidos en el rango de 2.000 a 5.000 Hz se perciban como desagradables, ya que podrían indicar peligro para nuestra supervivencia ancestral.
¿El Sonido Más Desagradable del Mundo?
Para concluir, resulta curioso mencionar una encuesta realizada por Trevox Cox, de la Universidad de Salford, donde se preguntaba cuál es el sonido más desagradable para los seres humanos. Con más de un millón de votos recopilados, el sonido de una persona vomitando ocupó el primer lugar. ¿Coincide con tu opinión?