El último adiós del maestro El Juli a los ruedos de Sevilla
El legendario torero madrileño, El Juli, hizo su último paseíllo en la plaza de Sevilla en una emotiva tarde llena de nostalgia y despedidas. Acompañado por el compositor de ‘Muñeca de trapo’, avanzó por Santa Justa, dejando atrás una carrera llena de éxitos y momentos inolvidables.
Un viaje en tren repleto de recuerdos
Desde la estación de Atocha hasta Santa Justa, El Juli viajó en el AVE 02080 acompañado de su esposa y del compositor que le inspiró una de sus letras más famosas. En ese vagón, que se convirtió en un improvisado bar, compartieron un café caliente mientras contemplaban el paisaje que los llevaría a la ciudad que los acogió durante tantos años.
Una despedida llena de emociones
En la puerta del hotel, El Juli fue recibido por sus seres queridos y admiradores que esperaban ansiosamente su llegada. Entre abrazos y lágrimas de emoción, el torero se preparó para enfrentar su última tarde en la Maestranza. A pesar de no contar con los mejores toros, El Juli sonreía sereno, consciente de que este era el punto final de una etapa irrepetible.
Las lágrimas de un amigo íntimo
Pablo Benegas, el guitarrista de La Oreja de Van Gogh y gran amigo de El Juli, no pudo contener la emoción al hablar del torero. La habitación del hotel resonaba con la música flamenca, reflejo de la pasión que ambos compartían. Mientras se enfundaba el traje de luces, las manos temblorosas de El Juli recordaban a un sastre preparando a su hija para el día de su boda.
El último toro de una leyenda
El destino quiso que el último toro de El Juli no estuviera a la altura de sus habilidades. A pesar de ello, el torero lidió con elegancia y maestría, dejando muestras de su arte y su entrega. El público, que esperaba ansioso la octava Puerta del Príncipe, vitoreó al maestro y le pidió que no se retirara definitivamente.
El futuro de una figura indiscutible
Aunque El Juli se despide de los ruedos por ahora, sus seguidores confían en que volverá en un futuro no muy lejano. Su legado en el mundo del toreo es imborrable y su habilidad y pasión por la tauromaquia lo convierten en un referente para las nuevas generaciones. Larga vida al torero que sigue siendo siete veces Príncipe.