Han pasado prácticamente un par de meses desde el instante en que terminó su participación en los Juegos, mas no ha sido hasta el momento cuando Simone Biles ha decidido charlar claramente de lo que le ocurrió aquellos días en Tokyo. La gimnasta americana, que se retiró en la final por equipos y que únicamente disputó después la de barra (con bronce final para ella), ha roto su silencio mediático con una entrevista en la que reconoce aquel bloqueo mental y en la que agradece todo el cariño recibido entonces y en los días siguientes.
Poquitos días tras haber testificado en sede judicial por los abusos de Larry Nassar, exmédico del equipo estadounidense de gimnasia, Biles ha sido escogida como una de las cien personas más influyentes por la gaceta ‘Time’ y allá se ha confesado. «Es realmente difícil para las mujeres y las pequeñas ponerse límites. Mas si comienzas
a ponértelos para las pequeñas cosas, entonces las más grandes no lo semejan tanto. La experiencia en los Olimpiadas, competir sin apasionados, sin familiares en la grada, habiendo pasado una cuarentena a raíz de la Covid-diecinueve y a sabiendas de que eres la líder para las ‘Supervivientes’ (las gimnastas que padecieron el acoso de Larry Nassar) siendo una de las que todavía prosigue en activo… fue un reto para mí», apunta la gimnasta.
Con respecto al bloqueo que le impidió participar en todo el programa previsto para Tokyo dos mil veinte, Biles lo explicó clarísimo. «En los JJ. OO. estaba fuera de sitio y no podía acompasar mi psique y mi cuerpo. Decidir no competir tras la prueba de salto fue durísimo. Jamás ya antes había estado en las gradas a lo largo de un Mundial o bien unos JJ. OO.. Fue extrañísimo para mí, mas sabía que no era capaz de hacer mis ejercicios de manera segura. De ahí que, si podía hacer algo en ese instante era animar y respaldar a las chicas dentro y fuera de la competición y estar ahí para concienciarlas de que no pasaría nada», explica.
Para finalizar, Biles recordó todo el cariño recibido esos días y el que todavía recibe toda vez que sale de casa. «Si voy al súper o bien a cualquier otra parte y la gente me da la enhorabuena, me agradaría saber por qué razón me felicitan. Por mi aniversario, por mi carrera… hasta el momento solo me habían felicitado por ganar. Y ahora es tal y como si fuera humana, tal y como si fuera frágil. No acostumbro a decirlo, mas es bonito que todavía me reconozcan con lo que he hecho, lo que hago y lo que he superado», apunta.