La
diabetes
es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no genera insulina suficiente, en el caso de la diabetes tipo I, o bien cuando el organismo no usa con eficacia la insulina que produce (diabetes tipo II). El efecto que provoca es la hiperglucemia, que con el tiempo daña gravemente órganos y sistemas como el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones o bien los nervios. Ahora, un equipo de estudiosos dirigido por el doctor Juan Carlos Izpisua Belmonte ha logrado fabricar células β pancreáticas funcionales desde células humanas pluripotentes inducidas (provenientes de células adultas). El protocolo desarrollado para esto ha mostrado una eficacia sin precedentes partiendo de células adultas. «Este descubrimiento representa un paso más tanto para un mejor comprensión de la enfermedad para su posible tratamiento», apunta el doctor Izpisua.
Hoy en día, más de cuatrocientos millones de personas sufren esta enfermedad crónica que cuenta con tratamientos para eludir la descompensación del azúcar en sangre, mas no con una cura terminante.
«Las pruebas in vitro y también in vivo mostraron que las células β pancreáticas de esta forma conseguidas son fisiológicamente funcionales, o sea, advierten la glucosa y revierten la hiperglucemia en modelos experimentales diabéticos en el laboratorio. Además de esto, estas células β, una vez trasplantadas, son seguras y no formaron teratomas a largo plazo», afirma Haisong Liu, primer autor del trabajo, que ha sido promovido y financiado por la UCAM, con la cooperación de la Fundación Primafrío.
Si bien en la última década se han efectuado esenciales sacrificios para lograr la distinción de células iPS humanas en células β pancreáticas, la aplicación en clínica de estas metodologías ha estado obstruida por diferentes motivos: los protocolos diseñados tenían una eficacia baja (~ diez por ciento -cuarenta por ciento ); las células β conseguidas eran muy heterogéneas, un alto porcentaje de ellas carecían de la funcionalidad deseada y presentaban peligro de capacitación de teratomas; y los protocolos empleados dependían, en buena medida, de la línea celular de partida, presentando un valor limitado para producir células β concretas de cada paciente. «Todos estos inconvenientes podrían deberse al desconocimiento, hasta el momento, de de qué forma regular las señales implicadas en la transformación de las células iPS humanas en células β del páncreas», asevera Planos Martínez, maestra de la UCAM y coautora del proyecto.
No obstante, en este proyecto, cuyos resultados publica la gaceta «Nature Communications», se ha efectuado «una selección sistemática de productos químicos y proteínas para utilizar en todos y cada paso de la conversión de las células iPS humanas en células β del páncreas, para lo que desarrollamos un nuevo protocolo», apunta Estrella Núñez, vicerrectora de Investigación de la UCAM.
El procedimiento desarrollado resulta necesario y enormemente eficaz para producir progenitores pancreáticos desde células iPS humanas y reunirlos, con eficacia, en estructuras tridimensionales.