EducaciónUna historia europea

Una historia europea

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¿Qué es un asilado? Esa pregunta no se responde de igual modo hoy que hace 7 años, por lo menos no para la percepción que millones de europeos tienen de lo que significa y representa dicha palabra. Hace 7 años, en dos mil quince, Europa vivía una de las mayores crisis de asilados de su historia reciente, mas lo hacía desde la distancia y un cierto miedo y rechazo a unas personas que, conforme el alegato de una parte del fantasma político europeo, estaban invadiendo el continente.

Al contrario, desde el veinticuatro de febrero del año vigente han escapado de Ucrania más de 6’5 millones de personas, cinco veces el número de sirios y afganos –mayoritariamente– que procuraron lograr en Europa en dos mil quince, a un ritmo además de esto considerablemente más mareante. No obstante, esa escapada masiva no ha generado exactamente la misma reacción en una sociedad aún más polarizada que la de entonces, sino más bien todo lo opuesto. Las muestras de solidaridad han sido unánimes, la acogida masiva y la palabra invasión no ha hecho acto de presencia en el discute público. ¿La diferencia? Una “muy importante": que los asilados ucranianos no son “los que estamos habituados a ver padecer en TV, sino más bien rubios con los ojos azules”, tal como aseveraba un de España evacuado de Ucrania en referencia a los pequeños que habían quedado en la frontera con Polonia.

La experiencia histórica de los últimos 7 años hace manifiesto que, alén de su significado jurídico y su conceptualización académica, lo que la palabra ‘refugiad0’ representa para el conjunto de la sociedad europea cambia dependiendo de la nacionalidad, la raza o la religión, esto es, la distancia geográfica y cultural entre quienes definen a otros como asilados y quienes son reducidos a esa condición. El libro de Philipp Ther, ‘Extranjeros. Asilados en Europa desde 1492’ (traducido por Antonio Escobar Tortosa), aborda esa compleja construcción política, social y cultural, como la experiencia de los diferentes escapadas y flujos de asilados acaecidos en el continente europeo desde el principio de la Edad Moderna y las políticas puestas en marcha para abordar este fenómeno. Por medio de un enfoque interépocas de larga duración, el historiador austriaco, catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Viena, nos plantea una estructura topológica. En vez de continuar un orden temporal, Ther apuesta por diseccionar la historia de los asilados en Europa por medio de sus primordiales motivos de huida: el religioso, el vinculado al nacionalismo radical y las limpiezas étnicas, y el político. En verdad, esa simple elección lanza ya ciertas conclusiones relevantes. En un primer término, que la historia no es bien simple y lineal, sino más bien compleja y compuesta por una serie de dimensiones interrelacionadas. O sea, que los asilados no escapan solamente por motivos religiosos, etnonacionalistas o políticos, sino habitualmente lo hacen por una suma de ciertos o todos , algo que tiene un mejor encaje en la estructura adopta el libro recorriendo exactamente las mismas experiencias de escapada desde diferentes ópticas temáticas Y, segundo, que es esencial distinguir entre cobijo y otras formas de migración, como por servirnos de un ejemplo la económica, con la coacción y la violencia como elemento propio.

La prosecución y expulsión de judíos, hugonotes o musulmanes; las inmensas reubicaciones y desplazamientos forzosos de minorías étnicas y nacionales en las dos guerras y posguerras mundiales, mas asimismo en los enfrentamientos de la vieja Yugoslavia; o la escapada por motivos políticos, desde los revolucionarios y contrarrevolucionarios que debieron buscar cobijo a lo largo del siglo XIX hasta aquellas personas forzadas a escapar de las dictaduras déspotas y fascistas –como el caso de la Guerra Civil española– o del comunismo a lo largo de la Guerra Fría. Esta extensa casuística, en muchas ocasiones discurriendo paralelamente, conforma la experiencia histórica del cobijo en Europa, un pasado que aquellos tan preocupados por edificar visiones esencialistas de la historia semejan olvidar muy adecuadamente. Y es que si algo podemos sacar en claro de la lectura de Extranjeros es exactamente eso, el carácter recurrente, aun cíclico en su despliegue geográfico, del fenómeno del cobijo, y de qué manera eso ha conformado no solamente la identidad nacional, social y cultural de Europa, sino más bien asimismo la contestación que poquito a poco han ido dando los europeos a dicho fenómeno. Una contestación obviamente condicionada por lo religioso, lo nacional y lo político –los mismos motivos del refugio–, mas que aun así han hecho de Europa uno de los espacios de acogida más relevantes del globo, particularmente en lo que a legislación, herramientas y políticas se refiere.

Sin embargo, como asimismo advierte Ther, esa suerte de mínimo común solidario semeja estar poco a poco más conminado. Los inconvenientes derivados de la integración de asilados y migrantes en ciertos países como Francia, Suecia o R. Unido han acabado por facilitar y radicalizar la percepción que se tiene de estas personas, reduciendo a una cuestión cultural y religiosa lo que se trata de un fenómeno considerablemente más complejo que tiene, por servirnos de un ejemplo, profundas raíces económicas en general minusvaloradas. Acá, nuevamente, la visión de largo alcance que ofrece ‘Extranjeros’ deja situar las cosas en un contexto que va alén del cortoplacismo y el dogmatismo que alimentan muchos de los alegatos y políticas de la extrema derecha europea hoy en día. Como apunta el historiador austriaco, Europa ha hecho en frente de oleadas de asilados considerablemente más numerosas que, mismamente, la de dos mil quince, y los países que acogen asilados prácticamente siempre y en toda circunstancia se ven favorecidos de este proceso, tanto por la absorción de trabajadores cualificados como a través de la creación de una mayor diversidad cultural y tolerancia social.

Así, más que contestar a el interrogante de qué es un asilado, lo que Philipp Ther nos plantea en ‘Extranjeros’ es que vayamos alén de ese punto fijo, que acostumbra a ser el centro de todo el discute público y el relato histórico. O sea, que una vez identificados los motivos de la escapada y los grandes flujos que han caracterizado la historia del cobijo en Europa desde mil cuatrocientos noventa y dos, nos aproximemos asimismo al después, esto es, a la acogida, a la adaptación y a la integración en las sociedades receptoras. En suma, que no reduzcamos a quienes escapan a su condición de escapados, ya que eso no habría de ser sino más bien una etapa en una existencia que tiene unas raíces, mas que asimismo tiene un horizonte y un futuro a los que se aspira. A ello contribuyen indudablemente los dieciséis retratos individuales de asilados Philipp Ther (Incluir pie de fotografía) con los que el creador va trufando su obra, que nos recuerdan que tras términos supraindividuales y deshumanizadores como “invasores” no hay sino más bien personas que, como último recurso, se han visto forzadas a huir de sus hogares. Alén de contar una parte nuclear de la historia de Europa, quizás esa sea una de las contribuciones más esenciales de ‘Extranjeros. Asilados en Europa desde 1492’.

Ficha del libro

Título: Extranjeros. Asilados en Europa desde mil cuatrocientos noventa y dos

Autor:  Philipp Ther

Editorial: Prensas de la Universidad de Zaragoza

Año de edición: dos mil veintidos

Libre en: Prensas de la Universidad de Zaragoza

Libre en: Unebook

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