Aunque muchos piensen lo contrario, recibir terapia psicológica es algo que cada vez necesitan más personas, con el fin de cuidar la mente y evitar problemas mayores. La ansiedad o el estrés son algunos de los motivos más frecuentes por los que una persona necesita este tipo de ayuda, sabiendo que los psicólogos profesionales serán los mejores aliados para conseguir el mejor equilibrio en el día a día.
Como ya se ha mencionado, en el mundo cada vez hay más personas que necesitan ayuda psicológica para tratar alguna enfermedad, afección o problema puntual. Lo cierto es que la psicología es una ciencia que ha existido desde hace muchos años, si bien, al igual que ocurre con otros sectores, también en este terreno se han asentado las nuevas tecnologías, gracias a la era de la digitalización.
En la actualidad, aunque siguen existiendo los gabinetes psicológicos tradicionales, también los usuarios tienen la oportunidad de contratar los servicios de un psicólogo online, un profesional que ofrece las mismas terapias de siempre, pero con la ventaja de que los pacientes no tienen que moverse de casa, siendo esto un valor añadido, debido a la flexibilidad que ello conlleva.
La psicología online se define como la consulta psicológica realizada a distancia, pudiendo llevarse a cabo a través de una videoconferencia, o bien, haciendo uso de algún dispositivo que facilite la comunicación entre médico y paciente, de forma que también, se fomente la interacción.
¿Cuáles son sus beneficios?
Las terapias online se han convertido en una buena opción para aquellas personas que necesitan una ayuda profesional en este sentido, sabiendo que esta modalidad aporta un gran número de ventajas.
Así, una de las primeras cosas que hay que mencionar, es que, gracias a este formato, se puede optimizar mucho mejor el tiempo que se dedica a la terapia, consulta o tratamiento, puesto que no hace falta desplazarse a ningún lugar, ni tampoco esperar el turno.
También es importante destacar que las terapias online permiten llevar mucho mejor la privacidad y el anonimato, teniendo en cuenta que, en ocasiones, hay personas que no quieren acudir a un psicólogo por el miedo al qué dirán, en estos casos, la seguridad en cuanto a los datos, está 100% garantizada.
De igual modo, la flexibilidad horaria es otra de las grandes ventajas, puesto que para recibir una de estas terapias, lo único que hace falta es tener una buena conexión a Internet, sabiendo que se puede adaptar el día y la hora según las necesidades de cada uno.
Por supuesto, también hay que decir que, gracias a este formato, se puede recibir terapia en cualquier parte del mundo, ya que la conexión a Internet permite acudir a la cita sin límites geográficos
Entre las últimas ventajas que se pueden mencionar, hay que decir que al recibir la terapia desde el propio hogar, el paciente se sentirá con mayor confianza y más seguro, además de que el tratamiento online cuenta con la misma efectividad que las terapias convencionales presenciales.
Finalmente, no hay que olvidar comentar, que este servicio online es mucho más económico en comparación con las citas presenciales, ya que no requiere tanto gasto, siendo habitual que las sesiones aproximadamente de una hora, tengan un precio entre 30 y 40 euros. Aunque todo dependerá del psicólogo elegido, el tipo de problema a tratar, el número de sesiones, y las posibles ofertas o descuentos que puedan estar disponibles.
Diferentes tipos de terapias
Al igual que ocurre con las consultas presenciales, en la modalidad online, los pacientes también tienen la oportunidad de recibir diferentes tipos de terapias, en función del problema que presenten y sus necesidades. En este sentido, un psicólogo online puede ayudar en muchas situaciones, de esta forma, existen en este formato terapias de aceptación, pero también se tratan problemas de depresión o trastornos de ansiedad, todo tipo de traumas, TOC, dolores crónicos, anorexia, abuso de sustancias, terapias cognitivo conductuales, fobias, trastornos alimentarios o bipolares, control de ira, e incluso trabajar sobre la baja autoestima, entre otras cosas.